Es uno de los pocos parques originales del siglo XIX fuera del ámbito capitalino.
Caminos sinuosos, masas de árboles, enjardinados y el lago artificial, recrean un marco natural idealizado, domesticado. A lo largo del tiempo se insertan en él esculturas y monumentos diversos con carácter de alegorías como la Glorieta, la Casa de Piedra o la estatua de la “Vénus del Baño” en mármol de Carrara réplica de la homónima que se encuentra en los museos del Vaticano.
Este espacio depende de la Intendencia de Salto y el Ministerio de Educación y Cultura (Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación). Se trata de la casa del escritor Enrique Amorim, que fuera construida hacia 1930 siguiendo los principios de la arquitectura racionalista del suizo-francés Charles Le Corbusier.